miércoles, 28 de noviembre de 2012

Tiempo de setas


Cada época del año tiene su encanto y su color reflejado en la naturaleza que rodea a Higueras. Estamos en otoño y es tiempo de colores naranjas, amarillos, rojos intensos, lilas, marrones cálidos…., y también es tiempo de setas.


En los pinares que nos rodean podemos encontrar: rebollones, setas de cardo, cogomas, pedos de lobo y otras variedades. Este año parece que la climatología está acompañando y, si de momento no aprietan las heladas, podremos seguir disfrutando de esos paseos por el monte y, si hay suerte…, con premio.  Si es así, degustaremos unas deliciosas setas que..., no sé si será el amor por el pueblo pero, como aquí no saben en ningún sitio.


Yo recomiendo que no las arranquéis al cogerlas, mejor cortarlas por el pie, así ya las lleváis medio limpias, y sobretodo sacudirlas un poquito antes de ponerlas en la cesta para que suelten las esporas y no se pierda la simiente. Totalmente prohibidas las bolsas de plástico, que además de ser anti-ecológicas, impiden que caiga el polvillo y me parece poco estético.

Fundamental comerse las que conoces, no arriesgar… , que hay algunas muy venenosas y puede pasar como dice el Anónimo de más abajo. 


Una vez en casa, limpiarlas con un trapito húmedo, es mejor no ponerlas debajo del grifo porque pierden el sabor.  Y para comerlas, ideal a la parrilla con ajito y perejil. Mmmmmm....os dejo que se me hace la boca agua.




“Los amores son como las setas, que no sabe uno si son venenosas hasta que ya las ha comido y es demasiado tarde”.  Tristan Bernard

“Todas las setas son comestibles, pero algunas solo una vez”.  Anónimo



martes, 27 de noviembre de 2012

La berenjena nariguda


Hola amigos!!! 

Hoy os quiero mostrar otro prodigio de nuestra huerta.  Se trata de una “Berenjena Nariguda”. 

Es una de esas cosas extrañas que crea la Naturaleza, pero que aún las hace más preciosas e increíbles si cabe.

Esta maravilla nació en la huerta de María “la Molinera”, hace ya unos años.  Cuando me la enseñó no puede resistirme a hacerle una foto, sin pensar que algún día vería la luz.

Hoy, revisando mi álbum de fotos, la he visto y he pensado que debía formar parte de mi blog. 

La verdad es que nunca había visto nada igual.

Qué tendrá la huerta de Higueras???


 Os juro que no hay trampa ni cartón, y photoshop tampoco. 


“Berenjena, ni hincha ni llena” Anónimo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Fuente de la Maricalva


Las cosas no siempre han sido o han estado como nosotros las conocimos, ese es el caso de la Fuente de la Maricalva, más conocida por nosotros como la Fuente, situada en la Replaceta que lleva su nombre.


Años atrás el agua no estaba canalizada, no había fuentes en la calle, ni grifos en las casas y, por ello, las mujeres de Higueras tenían que desplazarse con los cántaros hasta casi el nacimiento del manantial de la Maricalva. Allí, en unas rocas por las que resbalaba el agua, se puso una teja que hacía las funciones de caño para facilitar la tarea de llenar los recipientes.


Años más tarde, cuando ya se colocaron tuberías, se instaló la primera fuente al lado del abrevadero, en la pared que ahora es de la casa de Rafael, tenía un solo caño y era muy sencilla.

No será hasta los años 1947-1948 cuando llega a nuestro pueblo la actual fuente; llegó desmontada en piezas y, poco a poco, se fue ensamblando hasta quedar casi como ahora la conocemos.


Posteriormente, en 1994 la Asociación Cultural asumió su restauración, renovando los azulejos, rosetones, caños y la pila, que se habían deteriorado con el tiempo.


Es un emblema de Higueras, y también uno de los monumentos más visitados. Ubicada en el centro de la población, es visitada frecuentemente por los habitantes del pueblo y por mucha gente que viene de fuera para llenar garrafas.

El agua de la fuente proviene directamente del manantial y no está clorada, tampoco se conoce que se haya secado nunca. El sobrante va a parar al Abrevadero y de éste pasa al Lavadero en un ejemplo de aprovechamiento de este bien tan preciado.

El agua, como es sabido, es fuente de vida, e Higueras puede considerarse privilegiada por encontrarse en un entorno rodeado de manantiales.


Tiene tanta importancia que podemos encontrar cientos de frases y refranes sobre ella. Yo os dejaré unos pocos:

“No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo”.  Proverbio Inglés

“Miles de personas han sobrevivido sin amor, ninguna sin agua”.  W.H.Auden

“En la abundancia de agua, el tonto tiene sed”.  Bob Marley

“Cada uno quiere llevar el agua a su molino y dejar seco el del vecino”.  Refrán

“Nunca digas de esta agua no beberé”.  Refrán

“Agua pasada no mueve molino”. Refrán

“Agua que no has de beber, déjala correr”. Refrán




jueves, 22 de noviembre de 2012

El Lavadero Municipal


Ubicado en la calle de la Solana, al lado del abrevadero, encontramos la verja de hierro que franquea la entrada al Lavadero Municipal.



Se trata de una obra de los siglos XVIII-XIX. En un principio estaba descubierto, posteriormente se tejó y en la actualidad, gracias a la reciente reforma que se le ha hecho, se encuentra en perfecto estado. Antes de que existiera, las mujeres tenían que bajar a lavar a los barrancos o bien a las acequias que llevaban el agua a la huerta.


El lavadero, propiamente dicho, está dividido en dos partes con usos bien diferenciados. La primera que nos encontramos al entrar, y la más grande, ha estado siempre destinada al lavado de la ropa. La finalidad de la otra ha sido fregar el menaje y los utensilios de cocina. 
 

Un sistema de lavado de ropa que se utilizaba en aquellos tiempos, y que le da sentido a la expresión “hacer la colada” es el siguiente:

  • la ropa se metía dentro de un recipiente grande y alto de tierra cocida, llamado cocio, que tenía un desagüe en su parte inferior,
  • las piezas más grandes y resistentes se colocaban en la parte inferior del mismo mientras que las prendas más finas y delicadas se situaban en la parte superior,
  • la boca se tapaba con un trapo de lienzo que servía como “colador” (el cernadero),
  • después se vertía sobre el cernadero la ceniza que, previamente, se había guardado del hogar o que la gente iba a buscar al Horno del pueblo, y
  • por último, se echaba agua caliente sobre esa ceniza.

Esta operación de “colado” se repetía varias veces y se dejaba reposar. Al día siguiente había que enjuagar la ropa y …... a tenderla!

Este proceso, más que para lavar, servía para realzar el blanco de las telas que, con el tiempo y los lavados con jabones caseros, amarilleaban.

Si sentís curiosidad por saber cómo es un cocio, podéis ver uno en el Museo Etnológico.


Y acordaros de que:

Una mano lava a la otra, y ambas la cara”

lunes, 19 de noviembre de 2012

Horno y Museo del Pan


El horno es quizás una de las joyas más preciadas del patrimonio de Higueras.  Se trata de una obra mudéjar del siglo XIII, que fue restaurada y se encuentra totalmente funcional.  De hecho, cada año se enciende durante el período de las fiestas, la segunda semana del mes de Agosto, para que las manos expertas de las mujeres del pueblo elaboren los tradicionales "congletes", típicos pasteles, que luego serán subastados en público.  Pero este tema bien merece otra entrada.

Destacar también que durante el resto del año el local queda dispuesto como Museo del Pan, y podemos contemplar los utensilios tradicionales que se empleaban para amasar y hornear.


Me cuentan que en épocas de nuestros padres y abuelos, el trabajo de hornero  se subastaba anualmente entre los habitantes de la población.

Las familias que se quedaban ese año con el horno se iban turnando, semanalmente, para llevar el mantenimiento de la lumbre y el horneado del pan.

En cada casa del pueblo se preparaba la masa, que se dejaba fermentar en la canasta (cesta redonda con cuatro asas) tapada con los mandiles (paños gruesos para darle calor) y la masera (paño más fino para evitar que se pegara).  Algunas viviendas disponían de una artesa, recipiente de madera con patas y una tapa que servía para amasar y para guardar el pan una vez cocido. Como curiosidad deciros que en nuestro Museo Etnológico podéis ver una.


Cuando la masa ya estaba "a punto" o "buena" se llevaba al horno, donde se le daba el último amasado, ya dándole forma de pan.  Finalmente, a cambio del horneado se pagaba "poya" (vocablo aragonés que significa derecho que se pagaba en pan o dinero en el horno común), es decir que el hornero se quedaba con una parte proporcional de la masa que cada vecino llevaba al horno, a cambio de su trabajo.

Para terminar os dejo un dicho simpático sobre el pan:

"El que da pan a perro ajeno, pierde el pan, pierde el perro y la amistad de su dueño"  (Anónimo).

sábado, 17 de noviembre de 2012

El moniato prodigioso

Aunque parezca mentira este pedazo de tubérculo, de 2 Kg. de peso, se ha criado en unas tablas recuperadas de la huerta de Higueras.  

Gracias a la pericia y al tesón de nuestros vecinos Chaume y Alberto, convertidos en agricultores ecológicos, vemos revivir un pedazo de tierra.

Pese a las inclemencias del tiempo y a la voracidad del jabalí, el esfuerzo ha dado sus frutos.

¿Cómo demonios se escapó este coloso al olfato del puerco?

 

                                              

Introducción


Este blog nace con la intención y la ilusión de abrir una ventana al mundo y dar a conocer el pueblo de Higueras, su entorno, sus costumbres, su historia, su encanto natural... Y al mismo tiempo, para los que ya lo conocemos pero por avatares de la vida vivimos lejos de él, transportarnos por unos momentos y sentirnos como si estuviéramos paseando por sus calles.

Higueras es una localidad situada en la comarca del Alto Palancia, al sur de la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana, Reino de España, y se encuentra dentro del Parque Natural de la Sierra Espadán.

Sus orígenes se remontan a épocas muy remotas, pues hay vestigios de asentamientos íberos en la zona y, asimismo, también podemos encontrar muestras de la dominación Romana. 

                              
 
La primera referencia al municipio, como Torre de la Higuera, se conoce dentro del período musulmán. Tras la reconquista del Reino de Valencia por Jaime I, la población pasa a manos del rey moro Zeit-Abu-Zeit, quien tras convertirse al cristianismo donó sus tierras al Obispado de Segorbe.

Por si alguien quiere más detalles, os remito a la página web del Ayuntamiento:
http://www.higueras.es/es/pueblo/historia donde encontrareis ampliada esta información.

Por mi parte, de momento, os dejo con una frase del filósofo griego Epícteto:

“Engrandecerás a tu pueblo no elevando los tejados de sus viviendas, sino las almas de sus habitantes.”